- Claro que sé boba – sujetó su rostro entre las manos – Sólo lo dije para distraerte y como excusa para tenerte cerca – dio un pequeño beso en sus labios y luego la tomó de la mano para tirarla hasta la cocina.
Era tan extraño todo. Ambos tenían la cabeza hecha un torbellino, pero a la vez consensuaban en que ambos se necesitaban, ya casi de forma enfermiza, y que bien podría acabarse el mundo, pero de ninguna manera dejarían que el otro se alejara.
Cuando Edward estaba junto a ella nada más parecía importar, no existían demonios, no existían tormentos, solo eran él y ella, ella y él, conjugados como el más puro de los verbos, descritos con la más clara emoción, utilizados como el más universal sustantivo. Una palabra, solo una palabra que puede abarcar cualquier regla gramatical, que puede pasar de verbo a sustantivo, o simplemente quedar en la nada de una emoción no descrita.
Amor.
Esta nueva y a la vez sabida epifanía la hicieron tensar sus músculos y soltar la mano que Edward seguía tomando.
Él, por su parte, ya había vertido en contenido del polvo de sopa en el agua caliente y ambos esperaban a que estuviese lista, sentados alrededor pequeña mesa para el té color caoba cubierta con un mantel color mostaza.
Bella ni se había dado por enterada de que estaba allí, pero fue su nuevo descubrimiento el que la despertó del letargo y estaba comenzando a hiperventilar. No podía ser eso lo que las novelas describían como amor. El amor suponía muchas cosas que a ella no se le permitían, que ella se había prometido no sentir.
- Me encanta esa canción – dijo ella para cambiar el tema al escuchar los primeros acordes de Because, su favorita. Se levantó y subió el volumen para volver y recostar su cabeza en el pecho de Edward, en un acto desesperado por retener un poco de él y comenzó a cantar bajito junto a la canción.
Because the world is round it turns me on
Because the world is round… aaaaaaaahhhh
Because the world is round… aaaaaaaahhhh
Intentó detener las lágrimas, no quería preocupar a Edward. Tampoco estaba dispuesta a arruinar los últimos momentos que pasarían juntos. Él quería quedarse en Seattle, y ella, por mucho que lo quisiera, no sería capaz de desafiar así su destino.
Because the wind is high it blows my mind
Because the wind is high... aaaaaaaahhhh
Love is all, love is new
Love is all, love is you
Because the wind is high... aaaaaaaahhhh
Love is all, love is new
Love is all, love is you
Edward la escuchaba cantar y se maravilló con su fina voz de ángel. La letra de esa canción era maravillosa y desde ese momento, siempre que la escuchara, su mente viajaría a ese momento, a él y su castaña abrazados, ajenos al mundo, porque nunca la palabra amor le pareció encajar mejor en ellos, hasta ese momento.
Because the sky is blue, it makes me cry
Because the sky is blue... aaaaaaaahhhh
Aaaaahhhhhhhhhh...
Because the sky is blue... aaaaaaaahhhh
Aaaaahhhhhhhhhh...
- Te amo – dijo bajito, casi por inercia, mientras se pegaba más a él.
- Yo también – susurró él de la misma forma, cuando ya acababa la canción – quédate conmigo siempre – suplicó apretándola con sus brazos.
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