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lunes, 20 de febrero de 2012

Violencia Silenciosa: Extras capítulo 29

- ¿Lo mejor? – cuestionó irónico – Lo mejor… salir de la ciudad en una chatarra que te puede dejar botada en medio de la nada, sin ninguna protección, es lo más distante a "lo mejor" que mencionas. Te pusiste en peligro voluntariamente y me hiciste pasar la peor hora de mi vida mientras te buscaba… ¡no tienes idea del miedo que siento de que algo te pase! – La voz de Edward comenzó a parecer un rugido incontrolable - ¿crees que lo mejor es alejarte y exponerte en vano?… ¿quieres que pierda a la única razón que tengo para vivir solo porque piensas que es lo mejor? – el susurro lastimero con que pronunció la última frase la hizo sollozar y esconder su cabeza bajo la manta… había sido una idiota y no merecía que él siguiese ahí… no lo merecía en su vida.

- Y ahora te pones a llorar y me haces sentir como una mierda por ser yo el causante; y a la vez me siento débil por no poder enojarme contigo – respiró fuerte y notoriamente cerca de ella y luego la envolvió en sus brazos y la apretó fuertemente contra su pecho.

Se sentía débil por ponerse a llorar, era como una adolescente manipuladora y superficial que no era capaz de oír la verdad y se ponía a llorar para que no se enojaran con ella. Edward tenía razón para estar molesto, pero es que él no la entendía; tenía tanto miedo de hablar, miedo a ocasionar una catástrofe… ya lo había vivido una vez y no quería que se volviese a repetir.

No notó el momento exacto en que la levantó, solo se dio cuenta de que él la había entrado cuando sus pies tocaron el suelo alfombrado de su cuarto y notó la calidez propia de la calefacción de su casa.

Asomó la cabeza desde su escondite, temerosa a encontrarse otra vez con la furia de Edward. No fue así; Edward estaba casi pegado a ella mirándola como siempre. Él levantó una de sus manos y le acarició la mejilla mojada por las lágrimas intentando quitar todos los restos de ellas.

- Iré a buscarte algo para comer – susurró –. Vístete para mientras, no quiero que te resfríes.

Ella asintió y él dejó un corto beso en la comisura de sus labios antes de alejarse y salir por la puerta.

Un poco aturdida y bastante confusa, Bella entró al baño y se duchó rápido; luego se vistió con una camiseta gris agujereada que había tomado prestada del armario de Edward y unos legginsde algodón azul; se restregó fuertemente el cabello con una toalla y caminó hasta su cuarto. Edward ya la esperaba sentado en la cama con una bandeja llena de comida sobre sus piernas.

/VS/

- Hoy hablé con Lauren –intentó sonar despreocupado, sonar como si estuviese narrando una anécdota sin importancia, pero ella de inmediato captó el trasfondo oscuro que esas palabras adoptaban entre ambos.

- Supongo que no es algo bueno – afirmó sin mirarlo, acercándose a él hasta que sus piernas quedaron pegadas; él tomó una de sus manos y comenzó a jugar con sus dedos, ninguno hizo un amague de mirar al otro.

- Si todo sale bien… antes de fin de mes estarás libre de cualquier amenaza – prometió él y por la forma en que lo dijo ella no pudo evitar sentir escalofríos.

- No quiero ser libre si eso significa que tú tengas que relacionarte con Lauren – murmuró inquieta; conocía bien lo buena que era Lauren para manipular a las personas.

- Bella, lo importante es que tú estés bien – levantó su rostro y él la observaba sin pestañar, con una resolución que nunca había visto antes en él –. Lauren entregará a Mike, sabe cómo hacerlo…

- ¿Y qué le darás tú? – interrumpió ella cuando comenzó a digerir lo que pasaba en realidad. Edward estaba dispuesto a entregarle a Lauren algo tan grande como para desistir en su afán de joderle la vida a ella.

- Eso no importa, lo único importante es que te dejen en paz – argumentó en un intento de dejar hasta ahí el tema que el mismo había iniciado.

Bella se puso de pie encabronada y con deseos de golpear a Edward por ser tan inocente como para hacer tratos con Lauren.

Que no importa… realmente había dicho eso.

- ¿Qué le ofreciste, Edward? – preguntó, exigiendo en el tono una respuesta mientras se paseaba por toda la habitación.

- Dejarte y ser suyo hasta que ella se aburra de mí, o mientras Mike esté en la cárcel… lo que ocurra primero – confesó en su susurro casi inaudible.

Aquello terminó de decepcionarla… el precio a pagar era demasiado alto.

Cómo era posible que él creyera que su amor valía tan poco.

¿Es que acaso no entendía que ella prefería pasar por todo eso antes de renunciar a él?

Y lo que era peor, él estaba dispuesto a sacrificarse por ella y permanecer al lado de un ser tan despreciable como Lauren.


Mil pensamientos en un segundo.

Entendió que nunca tuvo la posibilidad de ganar, Lauren solo esperaba el momento preciso para sacar el As que recelosamente guardaba bajo la manga. Lauren no tenía escrúpulos y estaba dispuesta a vender a su propia familia con tal de fastidiarla.

La luz al final del túnel se alejaba cada vez más y el frío volvía a tomar hasta sus entrañas.


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Disclaimer

Los personajes no me pertenecen, son propiedad intelectual de Stephenie Meyer.
Las historias son mías o aclararé cuando no sea así, y todas están protegidas por Safe creative.
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VEROTA
Chilena de 23 años, estudiante de Ingeniería Ambiental y contadora de historias en su escaso tiempo libre. Filosófica, pensadora compulsiva y atea. Amante apasionada de la música, los libros, además de todo lo que tenga relación con The Beatles. Obsesionada con los 60's: Paz, Amor, Revolución!

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