Entré a mi habitación a quitarme el pijama y ponerse un pantalón deportivo, una camiseta y las primeras zapatillas que pillé; y en menos de cinco minutos iba camino a la cabina del guardia a preguntar si las cámaras habían detectado dónde podría estar Bella.
Que no le haya pasado nada, por favor.
- Clemente – saludé al guardia sin mucha amabilidad –. Has visto a Bella por alguna parte – el guardia asintió y estuve a punto de sonreír hasta que el habló.
- Hace algunas horas, vino el joven Jacob a buscarla, por eso no le avise – contestó naturalmente, sin sospechar que aquello me había destrozado y preocupado un poco más de lo que ya estaba.
Que no le haya pasado nada, por favor.
Mataría a Jacob, lo mataría por venir a buscarla y aprovecharse de su estado de inseguridad para llevársela de aquí. Acaso el malnacido le había hecho alguna cosa y es por eso que Bella me pedía perdón.
Tranquilo, es tu amigo, sabes que no sería capaz.
Nos leemos en el próximo... ¿qué habrá pasado con Bella?
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