—Será mejor que descanses –recomienda Carlisle devolviéndola a la realidad—. Espero que no vuelvas a ese lugar…
—Es un lugar como cualquier otro —interrumpe porque lo menos que quiere es un sermón hipócrita y sin sentido sobre por qué no debería entrar a un burdel—. No eres nada mío como para tener que hacerte caso —levanta la voz altanera —. Y no te esfuerces tanto, Renée no tardará en botarte independiente de cómo me trates.
Por un momento, Carlisle parece incómodo por sus palabras, mas no dice nada y solo asiente suspirando como si estuviese demasiado cansado.
Ella se dirige a su habitación sin decir nada. Cierra la puerta tras ella y se lanza sobre la cama, lanzando un grito de agonía cuando vuelve a amenazarla el dolor insoportable de su pierna.
Ouch, Bella está en plan soy un encanto, eh? Con lo bien que me cae este Carlisle...
ResponderEliminar